
euforiza tu corazón,
y sin darte cuenta
entristece y enluta tu alma,
la que no descansa
sangrada de espinas.
El camino elegido
en tus sentimientos
hace de ti un cuerpo sin alma,
la que rígida sigue sangrando
y su color la viste de negro.
El tiempo siempre es testigo,
y debes saber con privilegios
de la presión ejercida y malvada
que encierra en tus venas,
ese equívoco rencor.
Yo, lejos de todo eso
hoy puedo gritar a los cuatro vientos,
satisfacción invade mi cuerpo
y a ti te digo con sabiduría...,
RENCORES , HOY TE PERDONO.
Pensamiento escrito el: 07/11/2009
Autor: Jorge A. Francese Hardaick
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