DE PADRE A HIJO

Un día llegaste al mundo,

paraíso terrenal del hombre.
Llegaste con fervor y lágrimas,
esas que alguien con afecto secó.

De ternura y amor era tu mirada,
todo lo pedías con llanto embelesado
y siempre a tu lado alguien recibía
tus sonrisas angelicales.

Sin saber del sufrimiento exigías
caricias, miradas, gestos y elogios,
de ese que a tu lado siempre está
velando por tu salud e integridad.

El tiempo fue transcurriendo, ágil,
pero sin pausa te fue demostrando
que no llegaste solo con alegrías,
sentiste la tristeza como una bofetada.

Desconcertado mirando el camino a tomar
descubriste a tu lado, al que te supo guiar,
comprendiste quizá temprano, quizá tarde,
pero valoraste al que te supo amar.

Ese alguien siempre desvelado
por tu existencia en esta vida,
quien guía tu camino 
sin soslayar tus errores,
sosegando tus impulsos juveniles,
ese alguien que a tu lado siempre está,
ese alguien hijo mío, ese alguien... es papá.


              Dedicado a mis tres hijos menores con amor.


Pensamiento escrito el: 09 de Junio de 2013
Autor: Jorge Aimar Francese Hardaick
DERECHOS RESERVADOS DEL AUTOR (*)