
Ayer viví y no estaba
mi sombra
desvaneció,
en un querer
parecer
en el tiempo
navegué
la frágil
nave del olvido.
Cielo, mar y
tierra surqué
en
sentimiento extraviado
como tenue
luz de un candil.
En
lontananza de una estrella
me detuve a
meditar
si era
cuerdo o anormal
mi exaltado
pensamiento,
que por
querer y no poder
penetrar mi
futuro sueño
me desvele
en un suspiro
como
crisálida en la vida.
Quien me da,
quien me quita
la malvada y
perversa vanidad?
acaso me
crees loco?
frente a mí
de testigo te coloco
y veas mi
real enardecer
por ese fiel
y eterno despojo
que yo
pretendo querer.
Pensamiento escrito el: 31 de marzo de 2015
Autor: Jorge Aimar Francese Hardaick
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