Sobre amarillentos surcos de papel
el cincel de mi pluma escribe su historia
regada con su tinta de paz y gloria,
allá, donde emerge el día;
y la noche...
la noche muere bajo la aurora.
Se amanece con el bostezo
de la luna embriagada de estrellas,
y entre tintas
sin resabios ni querellas
regurgita sus primeras letras
con el encanto de una rosa.
Mi pluma omite el cerebro
y con su tinta enebro
la columna vertebral
del más puro umbral
de mi corazón de incienso.
Jorge Aimar Francese Hardaick
Escritor y Poeta - Argentina
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