En ese mar flagrante
de tu cielo turbulento
solo una estrella mi
sustento,
por ella sufro mi
desvelo
y en mi más puro
sentimiento
dejo su sutil brillar y
así,
En bello cielo me
convertí
sin saber de tu sentir,
más hoy quiero
descubrir
tu desnudez de estrella
en mi.
Entre
cuerdas y candados
tu
incansable amor me ha atrapado,
ya soy
amante fiel y esclavo
y en tu
cuerpo estoy anclado.
Serás tú…
reina y Señora
de ese mi
sueño dorado
por el
que tanto yo he añorado,
enquistado
en un cristal
y como pimpollo
de flor hermosa,
el
perfume de tu piel se desparrame
en la mía
por la tuya clamorosa.
Pensamiento
escrito el: 30 de marzo de 2015-03-30
Autor: Jorge Aimar
Francese Hardaick
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