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Desalado en mis anhelos
levanto mis brazos al cielo
y encuentro, sin desvelos,
peregrinos de otro suelo
enterrando sus pasados.
Como quisiera copiar
sus orgullos tan alados
que son dignos de fiar.
Mas yo, no puedo apartar
mi esencia bien nacida
de mi arcana soledad,
son sentimientos de mi vida
que jamás serán de pravedad.
Voy con ellos por el mundo
soportando mis pesares
con azules de otros mares
con mi verso bien profundo
entre candilejas y jolgorios.
Lanzarán mis letras al viento
mis amigos, y mis cenizas
serán canto y juramento
de mis anhelos las caricias.
Jorge Aimar Francese Hardaick
Escritor y Poeta - Argentina
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