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Despiertan, mis ojos cansados
de una espera, que no resigna,
siento una fragancia, como brizna
golpeando mi rostro, una dulce brisa,
en ella percibo, entre laureles
el cálido sol de tu belleza,
y entre colinas, despunta un canto
con líricas notas de marsellesa.
Una dulce brisa, me oxigena
levita mi exhausta alma,
se corona en olimpo, y en calma
olvida mi pretérita condena.
Ya, sin el vacío de tu ausencia
solitario, como nubes del silencio,
en un sueño abstracto, me aquerencio
en las alas de tu vuelo, soy esencia.
Todo me trae, una dulce brisa
ni desamores ni castigos,
porque en este sueño, sin ser mendigos
contemplo el amor... en tu sonrisa.
Autor: Jorge Aimar Francese Hardaick (Argentina)
Derechos reservados del autor (*)
Blog "Mis Pensamientos" 27-11-2015
http://crisfacu.blogspot.com
(Fotografía y video tomados de la web)
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